PORTADA DE LA FERIA DE SEVILLA EN ESTE AÑO – Francisco Javier Fernández Maeso

El próximo lunes 7 de abril, a las doce de la noche, empieza de manera oficial la Feria de Abril sevillana de 2008 y la celebración se abre de manera singular y emotiva con la iluminación del recinto en general, pero de la portada en primera instancia, construcción que analizamos a continuación.

Como dato principal, cabe destacar que la portada de este año está inspirada en el Pabellón de San Telmo, edificio popularmente conocido como “Costurero de la Reina”. Según la creencia popular, la reina María de las Mercedes cosía allí, tomaba el sol y se recuperaba de una enfermedad que la llevó a la muerte en plena juventud. La portada está dotada de unos pilares redondos, detalle un tanto inusitado, ya que no se recuerda esto en Sevilla desde hace muchos años. Este elemento arquitectónico de arte efímero goza de tremenda originalidad y posee los mismos aires medievales que desprende el edificio de la ciudad al que representa.

Es reseñable, como anécdota curiosa, el debate que se ha iniciado entre una serie de críticos que se dedican cada año a poner pegas sin fundamento y a quejarse injustificadamente, con el único objetivo de buscar polémica para hacer negocio, sobre la portada de la Feria en particular, y los distintos aspectos de las festividades sevillanas en general, en lugar de resaltar la suerte que tenemos de contar cada año con unas celebraciones tan entrañables, y el esfuerzo que realizan nuestras autoridades para que se lleve a cabo con éxito la celebración de las tradiciones más arraigadas en la ciudad. Este debate consiste en la discusión sobre si la portada ferial es de carácter republicano o monárquico. Sería de carácter monárquico, en el sentido de que está inspirada en un edificio ligado históricamente a la corona de los Borbones. El caso es que, por casualidades de la vida, el nombre de la portada escogido este año ha sido “Costurero Sevilla”, argumento en el que se cobijan los defensores de su identidad republicana, cuando es más sano y menos maquiavélico pensar que la construcción representa a un edificio más de nuestra ciudad, como siempre, escogido por un grupo de personas que simplemente se dedican a intentar que la Feria tenga una portada que esté a la altura de lo que la ocasión y la ciudad merecen, sin pararse a pensar en banalidades y conjeturas políticas. Por lo que huelga destacar que el nombre elegido para la construcción ha sido simplemente fruto de la intención de un conjunto de trabajadores que pretenden desempeñar con éxito las funciones que se les encomiendan y que nos sintamos representados en la portada ferial.

Así, ya sólo queda contar las pocas horas que faltan para el inicio de la Feria y para que se alumbre una portada que se encuentra a la altura de las circunstancias, que como cada año va a dar un colorido especial a la celebración y va a ejercer de lugar de encuentro de miles de sevillanos y de turistas que se acercan a disfrutar de un acontecimiento del que tenemos la oportunidad de presumir anualmente.

VISITA A LA UNIVERSIDAD PABLO DE OLAVIDE – Marta Fernández Rueda

      Desde las siete y media estaba despierta, muy nerviosa, ya que iba a visitar mi futura universidad. Me puse el chándal, los botines y me fui al instituto.

 

     Ya allí, Puri, la profesora de Educación Física, pasó lista y nos dirigimos hacia el Prado andando. También nos acompañaba Rosa. Ese día, los autobuses estaban en huelga y, por lo tanto, tuvimos que esperar un rato a que llegase el que se dirigía  a la universidad, que está en Montequinto.

 

    Cuando llegamos, nos recibieron tres monitores y nos explicaron las actividades que íbamos a realizar.

   

    Nos dividimos en dos grupos: unos que practicarían atletismo y otros, tiro con arco.

 

    En atletismo aprendimos técnicas de calentamiento previos a la carrera. Luego, nos enseñaron cómo correr partiendo de la salida con cuatro apoyos e hicimos unas prácticas en parejas. Poco después, aprendimos lanzamiento de peso y carreras de relevo.

 

    Al cabo de una hora, aproximadamente, nos cambiamos de lugar y nos fuimos al de tiro con arco.

 

    Para este deporte hay que tener mucha habilidad y concentración, ya que un mal tiro puede dañarte el brazo contrario al lanzador.

 

    A las doce, nos fuimos todos a jugar al rugby, deporte muy intenso en cuanto a juego y técnica. Jugamos un partido, nos llenamos de barro, pero sobre todo, nos reímos y lo pasamos muy bien.

 

     Llegamos a los vestuarios, cansadísimos, y nos repartieron unas encuestas sobre las instalaciones y la estancia allí.

 

    Y nos volvimos a casa muy contentos por haber podido disfrutar del deporte en la universidad Pablo Olavide.